De entre las especies, la fotografía es la mas extraña.
La fotografía se nos muestra semejante al espejo bajo el que aparecemos de rodillas -como una mala escultura, como una equivocada religión- como una mirada seca, como una metáfora mañosa.
Silvia. No es extraño que explore tu fotografía. El envidioso se nutre de envidiosos y el azucar se alimenta de la tierra. La vida es así: Marejadas de especies, que de seguro han de tener el sabor que escalan.
A mi los hombres no me saben a nada. Soy de esos que se quitaron los pies para caminar.
De acuerdo Silvia, solo hay un poco de hombre en mi, pero aunque sólo sea un pedazo de vida: soy una especie.
¿Esa será mi tragedia?: ¿Ser una especie?
Yo quisiera ser todas las especies para convertirte de tigre a gato. Para sacarte de esa estúpida fotografía tuya, que contemplo como un niño que mira la tarde a sabiendas de que en la cruz hay mucha sangre. Yo solo soy una especie y como especie solitaria vago bajo un mismo símbolo: Estar vivo.
Silvia, quizá decirte que la fotografía es una especie más sobre la Tierra te suene como un grave y falso síntoma de puntuación. Pero no es así Silvia, los tigres y los gatos se parecen tanto que no se parecen.
Silvia, lo único que tengo de ti es una fotografía, tu nombre y una -clásica- palomilla que sobrevuela tontamente por la flama de la especie: "Fuego".
Todos somos candiles solitarios Silvia.
Parece que solo tu te has convertido en una fotografía.
Parece que sólo tu has estallado en una fotografía.