Cap. 5: EL "QUÉ HACER"
Con las manos en los bolsillos como si fueran láminas de bronce -que nos cortaran la calle en dos- nos manoseamos llenos de manos -que parecen lenguas de enanos-.
Hemos demostrado que el lenguaje nos corta como la cotidianidad. Tú Silvia, por ejemplo, no nos has traido más que malas esperanzas. Tu razón no cabe por este cuello de botella que es la vida. Nuestro barco de armar ya no puede navegar, y silbar es nuestro único y puritito -y puritano- qué hacer. Sin tu fotografía no hay descanso.
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