Cap. 8: LA PAZ
Parece que la paz nos persigue como un baile nocturno.
Las tristezas -mi imprescindible Silvia- están "llenas" de guerra.
Los acentos por sobre los que bailamos, nos dan la dicha de morir a tiempo. Todos hablamos por hablar, pero no todos bailamos por bailar. Hay unos que bailamos sobre la guerra y otros sobre la paz. Yo fui muy pacífico contigo cuando bailaba, pero muy guerrero cuando hablaba.
Ahora la paz es -simplemente- la paz.
Tu fotografía me parece más guerrera que pacífica.
El instante la intensificó.
Una fotografía siempre es, y será una flecha.
(¡Que Parménides siempre la mantenga en reposo! )